Echando la vista atrás, en plan
retrospecter, sigo con la misma sensación de fugacidad a la par que intensidad vividas antes y durante mi estado Montaraz del Norte Mode On.
Como viene siendo habitual, muchas tareas por hacer propias en los días pre-carrera, como por ejemplo unas fotos con las faldas (si, vamos a correr con falda, si jeje) y las capas con el León Rampante, y otras que no lo son tanto, como combinar visitas a Museos y cervezas jejej
El caso es que llegados otra vez a ese pequeño y montañoso lugar del mundo llamado Somiedo, que linda por el sur con las mitológicas Tierras de Babia, y el siempre ayurvédico Mar Cantábrico al norte, nos encontramos con un pueblo respirando Batallona por los
cuatro costaos.
Y allí estábamos los Montaraces del Norte! Tal y cómo veníamos anunciando por Facebook, Tumblr e incluso Instagram con el hanstag #montaracesdelnorte.Instalamos nuestro campamento del Reino de León y y nos pertrechamos con nuestras galas para llenar de color púrpura el lugar, ya que otra vez nos encontrábamos en menor números respecto a los ástures.....Por lo que había que hacerlo muy bien para poder ganar...
El caso es que la mañana del día D, una vez, desayunado nuestra ya habitual inyección de nutella, :-)
bien atadas las garras y la mente puesta en dar Batalla, montamos en el bus, rumbo al Norte. Vamos!!!
La serpenteante carretera que ascendía hacia el Alto de la Farrapona, nos iba mostrando el valle por el que discurrirían los 22km a recorrer en sentido inverso, con algún nevero tardío de julio y el cielo cayendo a plomo por el increíble calor que hacía. Una vez lista la falda con las últimas revisiones y tras los himnos de rigor, dio comienzo la Batallona! Son momentos en los que un sin fin de pensamientos acuden a la cabeza como avispas que muerden y se van y vuelven a pasar por tu mente.
Con la lengua metamorfoseada en suela de zapatón de payaso debido a la sequedad del ambiente, se va coronado el primer tramo y para mi el más duro. Y llegando a los preámbulos del Lago dónde el pequeño bolsillo porta gel que me había manufacturado yo mismo artesanalmente la noche anterior, mientras esperábamos a la cena (que según se comenta la trajeron en mulo desde véte tú a saber donde porque tardaron una eternidad) dijo que
nanai, que nada de estar cosido a la cintura, que quería ver mundo decía
el jodío...Así es cómo se pasaron los primeros 6-8 km con el bolsillo y el gel en la mano, hasta que bajando las peñas que bordean la gran charca, decido adelantar a otros
trail runners como pude y bajar a un ritmo más alto y disfrutar por fin de lo que estaba haciendo. Y dicho sea de paso, disfruté como un crío!, cada salto, cada roca esquivada primero con la pierna izquierda, y luego con la mitad del pie derecho, las manos en plan trapecista y el pelo de las patillas de punta, hacían que metiera más garra y y velocidad a cada metro. Choto desbocado a ras, debido al paso de un asturiano y un servidor ya en la orilla final del Lago de Saliencia, para enfilar las traileras a veces con sol, a veces con sombra que bajaban hasta la Meta que aún distaba 11km aprox..
Intentaba no subir ni bajar mucho de ritmo para mantener una cadencia que me dejara resuello suficiente para encarar los metros finales con un poco de chispa, pues desde la Kosta Trail no había entrenado nada de monte :-/ Pero no hay excusa que valga. Desde que apreté el botón
Star de mi cronómetro sabía que iba a sufrir como un
kabrón....Así pues, asimilado este concepto tan crudo pero tan motivador una vez que lo aceptas, fui adelantando camisetas azules y rojas. Con los pensamientos-avispas que van y vienen, y sobre todo y simplemente pensando en nada....absorbiendo cada color verde de la naturaleza, y la armonía que discurría por aquellos caminos a pesar de el paso apresurado de cada corredor...
... Paso por pueblecín que el año anterior me hizo creer que era ya Pola de Somiedo, y que este año me hizo acelerar una 6 marcha más ante los ánimos y la sorpresa y reconocimiento de la gente al verme correr en falda y a lo loco.
Empiezo a reconocer con más nitidez la cercanía del fin... de la Meta Los 2 km finales de asfalto fueron más agónicos de lo esperado y fui adelantado por varios corredores, ésto hizo que la punzada de orgullo se me hundiera un poco más en el culo y los metros finales que van por un bosque, acelerara hasta encontrarme con
RICARDO CHAO quien me alargó la bandera del Reinu de Llión y pude sprintar hasta la Meta.......Ufff! emoción y agotamiento a partes iguales. Qué Carrera tan técnicamente simple pero que engancha a más no poder!! Saludo a mis perseguidores y a los que entraron antes que Yo
Y la frsae "Tempus Fugit" que me vuelve a morder...."ésto se acabó" "no hay más juego señores"..."otro año a esperar"...No obstante, ésto no ha terminado aún, ahora toca seguir disfrutando del día ;-)
....Los 3 Montaraces presentes en La Batallona recogiendo un premio....de Rica Cerveza Zerep:
....crioterapia y birraterapia...;-)
Hasta el año que viene Batallonaaaa!!
